Por:
AUGUSTO SOSA SOLER
RAUL SOSA GARCIA
LUCIANO GALLO
En el principio de la historia, el gran Olamo creó todo, entre ellos el sol, que alumbra y calienta, y el suelo que se pisa. Recién cuando lo creyó oportuno creó a los humanos.
Vivieron en paz hasta que dominó la avaricia, la soberbia y las ansias de poder. Así comenzaron las guerras entre la región de Argentina y Chile. Por esto, Olamo se enfadó y no sólo dejó de protegerlos, sino también les envió a los titanes koaq, horribles monstros de inmensa altura que mataron y arrasaron casi todos los hombres durante 10.000 años.
Olamo, al ver el desamparo de los hombres, se apiadó de ellos y les envió a unos de los hijos de la reina de Argentina, la bella Amadis, su nombre era Vergans.
Vergans, un poderoso y valiente héroe, con su espada y su escudo liberó a los hombres de los titanes y los condujo a la frontera de Argentina y Chile. Los chilenos, personas de corazón malvado, intentaron aprovechar esto para invadir a Argentina y expandir sus tierras. Pero Vergans, consciente de esto, transformó a los titanes en grandes montes de tierra y roca, formando así una barrera que impedía que los chilenos avanzaran. Así formó lo que hoy se llama la cordillera de los Andes.
AUGUSTO SOSA SOLER
RAUL SOSA GARCIA
LUCIANO GALLO
En el principio de la historia, el gran Olamo creó todo, entre ellos el sol, que alumbra y calienta, y el suelo que se pisa. Recién cuando lo creyó oportuno creó a los humanos.
Vivieron en paz hasta que dominó la avaricia, la soberbia y las ansias de poder. Así comenzaron las guerras entre la región de Argentina y Chile. Por esto, Olamo se enfadó y no sólo dejó de protegerlos, sino también les envió a los titanes koaq, horribles monstros de inmensa altura que mataron y arrasaron casi todos los hombres durante 10.000 años.
Olamo, al ver el desamparo de los hombres, se apiadó de ellos y les envió a unos de los hijos de la reina de Argentina, la bella Amadis, su nombre era Vergans.
Vergans, un poderoso y valiente héroe, con su espada y su escudo liberó a los hombres de los titanes y los condujo a la frontera de Argentina y Chile. Los chilenos, personas de corazón malvado, intentaron aprovechar esto para invadir a Argentina y expandir sus tierras. Pero Vergans, consciente de esto, transformó a los titanes en grandes montes de tierra y roca, formando así una barrera que impedía que los chilenos avanzaran. Así formó lo que hoy se llama la cordillera de los Andes.